EL PENSAMIENTO KEYNESIANO


JOHN MYNARD KEYNES (1883-1946). Dijo: La política pública, la tributación, los gastos del gobierno, el intervencionismo la inversión estatal, el comercio internacional y las finanzas es el modelo macro para la estabilización Económica de las Naciones. Para ello es necesario administrar y controlar la Economía.

Keynes argumentó que "Es un error el pensar que uno limita sus propios riesgos diversificando mucho entre empresas de las cuales uno sabe poco y no se tiene ninguna razón particular para confiar... El conocimiento de uno y su experiencia son en definitiva limitados y raramente hay, en cualquier momento dado, más de dos o tres empresas en las cuales siento que puedo depositar una confianza completa."

Algunos pueden considerar que el consejo de Keynes respecto a la especulación mantiene su vigencia:(Invertir es) intolerablemente aburrido y sobre exigente para cualquier que esté exento del instinto apostador; mientras que quien lo tiene debe pagar a esta propensión el precio adecuado. Cuando revisaba un importante trabajo en inversión de valores, Keynes argumentó que "compañías industriales bien manejadas, como regla, no distribuyen el total de sus beneficios a sus Accionistas. En los buenos años, si no en todos los años, retienen parte de sus beneficios y los reinvierten en sus negocios. Por ende hay un elemento de interés compuesto operando en favor de una inversión industrial razonable."

El capitalismo libre de la época moderna, que Smith había anunciado, cuya victoria había sido proclamada por David Ricardo y que Marx había intentado destruir, fue transformado por Keynes. Con la teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, publicada en 1936. El mundo estaba sufriendo todavía el masivo desempleo de la gran depresión. La desesperanza se extendía respecto a un orden económico que dejaba a tantos hombres sin trabajo.

El propósito central de las teorías keynesianas ha sido crear un modelo macroeconómico que explicara la determinación de la renta y el empleo en una economía monetaria moderna. Considerando que el nivel de empleo y la renta global deben determinarse a partir del volumen de la demanda existente y para lograr esto se necesita que el ahorro se invierta; incorporando al Estado para que con el gasto público se logre incrementar el margen de inversión no logrado por la iniciativa privada con el fin de alcanzar mejores ingresos.

Las teorías básicas de Keynes forman parte integral del modelo de determinación del ingreso, la ocupación y la producción. El punto de partida del modelo son los ingresos y posteriormente atiende la producción y el empleo. La teoría Keynesiana sostiene que los componentes de los ingresos nacionales son el consumo, la inversión y los gastos del gobierno. El nivel de consumo depende del nivel de ingresos, la inversión depende de las esperanzas de los inversionistas y los gastos del gobierno se relacionan con los niveles de consumo e inversión y tienen un efecto multiplicador de los ingresos. La producción nacional se determina por la tecnología y los recursos productivos existentes en la economía y los salarios juegan un papel muy importante para la obtención satisfactoria de los trabajadores.


Características de la Teoría KEYNESIANA

Las teorías nacieron en la época de la gran depresión en que Estados Unidos de América y Europa están hundidas en una gran crisis y las teorías económicas clásicas se derrumbaron al igual que el sistema económico capitalista que intentaba recuperarse exclusivamente por sus propios mecanismos internos. El modelo keynesiano partía de considerar la renta nacional como dependiente de la demanda efectiva.

En consecuencia, la renta pasaba a depender de los componentes de dicha demanda. A su vez, el primero estaba determinado por la propensión marginal al consumo (o parte de la renta personal que se destina al mismo), mientras que la segunda estaba influenciada por la propensión a invertir, el multiplicador de la inversión y la relación entre la eficiencia marginal del capital y el tipo de interés.

El tipo de interés adquiría el valor de equilibrio entre la preferencia por la liquidez y la cantidad de dinero en circulación. Cuanta más alta fuera la diferencia entre eficiencia marginal del capital y el tipo de interés, mayor sería la propensión a invertir. De este modelo se desprendía pues, como medidas para la disminución del paro permanente involuntario, la adopción de una serie de políticas económicas intervencionistas, a saber: aumento de la creación de dinero, lo que redundaría en un descenso del tipo de interés; aumento del gasto público, especialmente en inversión en infraestructuras, con el fin de potenciar la demanda efectiva; una activa redistribución de la renta y, por último, una política comercial proteccionista, para defender los empleos de las industrias nacionales.

En todos estos aspectos, las teorías económicas keynesianas se convirtieron en el nuevo paradigma que deberían seguir los gobiernos occidentales tras la posguerra, y pueden considerarse como las bases del moderno Estado del Bienestar. El modelo macroeconómico fue considerado por la determinación de la renta y el empleo a partir de la demanda global existente, además de mencionar la necesidad de mantener el poder adquisitivo de los salarios.

Su influencia no se limitó a los países de habla inglesa, sino que se extendió por todo el mundo no comunista, más, por los países muy desarrollados que se enfrentaban a problemas similares de estabilización económica.

El modelo keynesiano queda resumido en las ecuaciones:

Y = a + b Y + I

Y = (a + I)

Donde:

a = consumo autónomo.

b = propensión marginal a consumir.

I = Inversión.

La teoría keynesiana pretende ser, no solamente una teoría para explicar la determinación del nivel de producción nacional, si no también una teoría sobre la determinación del nivel de empleo. Keynes entiende que la teoría de los economistas clásicos sobre la determinación del nivel de empleo es incorrecta. Según él está basada, aparte del supuesto de la ley de Say, en dos supuestos adicionales que él considera fundamentales y uno de los cuales, a su juicio, es incorrecto: 1 el salario es igual al producto marginal del trabajo, 2 la utilidad del salario, cuando se usa determinado volumen de trabajo, es igual a la de Su utilidad marginal de ese mismo volumen de ocupación.